No hay indicios de que un gran cargamento de aceite industrial almacenado en un tanque que se hundió en medio de un clima tormentoso en la Bahía de Manila haya comenzado a filtrarse, según informó el guardacostas filipino el viernes. Se están firmando planes para intentar bombear el altamente tóxico envío y prevenir un gran derrame que podría afectar a la bulliciosa capital.
El tanque Terra Nova había salido de la provincia de Bataan con destino a la provincia central de Iloilo, transportando alrededor de 1,4 millones de litros de aceite industrial almacenado en tanques herméticos, cuando fue golpeado por grandes olas y comenzó a tomar agua. La tripulación luchó por llevar el barco de regreso al puerto, pero finalmente se hundió poco después de la medianoche del jueves. Los guardacostas rescataron a 16 miembros de la tripulación, pero uno se ahogó, según el portavoz del guardacostas, el contralmirante Armando Balilo.
“Estamos compitiendo contra el tiempo para bombear el aceite y evitar una catástrofe ambiental,” dijo Balilo a los reporteros, añadiendo que los planes podrían verse obstaculizados si el clima empeora.
Una mancha de aceite de aproximadamente 3,7 kilómetros de longitud cerca de las aguas bravas donde se hundió el tanque, a unos 6 kilómetros de la localidad de Limay en la provincia de Bataan, provenía del tanque de combustible que alimentaba el barco y no de su carga, que estaba almacenada en tanques herméticos, afirmó Balilo.
El propietario del barco hundido ha contratado a una empresa privada para llevar a cabo la extracción de aceite, un proceso que podría tardar una semana, señaló Balilo. Los funcionarios del guardacostas filipino recibirían el plan detallado de la empresa el viernes para permitir que el guardacostas se prepare para contingencias durante la delicada operación submarina, agregó.
Tres barcos de guardacostas con personal y equipos para contención de derrames de petróleo han sido desplegados en la zona donde se hundió el tanque. Ha habido días de lluvias monzónicas, agravadas por un tifón que se encontraba en alta mar, lo que ha provocado deslizamientos de tierra e inundaciones en todo el archipiélago filipino, dejando al menos 32 personas muertas y desplazando a más de 800,000.
“Hay un gran peligro de que Manila se vea afectada, sus costas, si el combustible se filtra porque esto ocurrió dentro de la Bahía de Manila,” dijo Balilo. “Estamos preparándonos para lo peor.”
El barco de 65 metros de longitud yace a una profundidad relativamente poco profunda de 34 metros, según una evaluación inicial. El personal del guardacostas a bordo de un barco pudo presenciar y tomar fotografías del tanque hundido, por lo que conocen la zona general donde se hundió, pero los buzos están a la espera de mejor clima para intentar llegar al buque y realizar una inspección, según el guardacostas.
Balilo comparó la magnitud del posible derrame de petróleo con el causado por el hundimiento de otro petrolero filipino, el MT Princess Empress, que transportaba una carga mucho menor de aceite en febrero del año pasado cerca de la provincia de Mindoro Oriental, al sur de Manila. Ese derrame tardó aproximadamente tres meses en contenerse, causó daños masivos a los arrecifes de coral y los manglares en una región conocida por su rica biodiversidad, y afectó a decenas de miles de pescadores y complejos turísticos.
La costa de Manila es un importante centro turístico y de negocios, donde se encuentra el principal puerto marítimo, un parque público histórico, la Embajada de EE. UU., hoteles y restaurantes de lujo, y enormes centros comerciales. También se están llevando a cabo proyectos de recuperación de tierras en la bahía para complejos de entretenimiento y turismo de lujo con casinos. La bahía ha sido durante años notoriamente contaminada, pero famosa por sus pintorescos atardeceres.
